Las leyes de países como Pakistán y Arabia Saudita contemplan castigos como la cadena perpetua o la pena de muerte para quienes ofendan la figura del profeta Mahoma o profanen el contenido del libro sagrado del islam, el Corán.
Y en ocasiones en que los agravios han provenido de países no musulmanes, las respuestas han sido manifestaciones, algunas de las cuales han resultado violentas, o persecuciones, como en el caso del escritor Salman Rushdie.
El incidente más reciente ocurrió después de la difusión en internet del avance de la película Innocence of Muslims, del director Sam Bacile, la cual se burla del islam y hace una representación del profeta Mahoma (algo prohibido por esta religión). La publicación de este material generó protestas violentas en Libia, Egipto y Yemen. Leer mas
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